Para ampliar la fiesta de sabores también puedes probar los mixiotes, carne enchilada de pollo, carnero o conejo envuelta en una fina tela extraída del maguey, cocida al vapor y servida con nopales en escabeche y tortillas calientes hechas a mano. Pero si realmente quieres ir más allá debes probar los escamoles, huevecillos de hormiga roja (semejantes al arroz cocido) fritos en mantequilla o capeados con huevo.
Este platillo prehispánico se disfruta de febrero a mayo, antes de que caigan las lluvias.
No hay que olvidarse de los famosos pastes, esas pequeñas empanadas cuyo relleno puede ser dulce o salado. Originalmente traída por los ingleses a los pueblos mineros de Real del Monte y Pachuca, a la receta original se han sumado ingredientes nuevos y deliciosos.
Mención especial merece la variedad de tamales dulces o salados característicos de esta región. El zacahuil se elabora con masa de maíz, se rellena con carne de cerdo, pollo o guajolote, se envuelve con hoja de plátano y se cuece al calor de un horno de leña. Se acompaña con salsa roja o verde. En la variedad de tamales dulces, el xohol es una masa de maíz endulzada con piloncillo. Ambos tamales pueden llegar a medir 50 centímetros de largo.
Así como estos platillos principales puedes encontrar muchos mas y recuerda que Hidalgo y su gastronomía te espera con los brazos abiertos.
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